A veces se nos olvida que los arcoiris salen de uno mismo. Si hoy lees esta entrada sabrás que va por ti…
A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea
sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.
Mario Benedetti
6 Comments
Siempre es un placer leer a Mario Benedetti!.
un beso guapa 😉
A que sí!!! Me gusta mucho!! Gracias por pasarte. Besos
Gracias Laila, de corazón! Eres un sol en los días de lluvia, un sol que hace que salgan esos arcoiris y sonrisas que tanto me gusta vivir, disfrutar y compartir.
Un abrazo enoooooooooooooooooooooorme!
Espero verlos muchos mas días!! Un beso y achuchon enorme!
Qué bonito Laila… Aunque seas una dragoncilla tu corazón es enorme.
Gracias por compartir algo tan bonito.
Un beso.
Los arcoiris siempre alegran a uno aunque se esté en lo más profundo. Y como dice Benedetti, salen de uno mismo.